Escrito por el padre Augustine Thompson, O.P., traducido de Suprise: Halloween’s Not a Pagan festival After All. Parte 1 y parte 2.
El día festivo y sus costumbres son completamente cristianos, y algunas son exclusivamente estadounidenses.
Extraído de Catholic Parent magazine en el año 2000.
Hemos escuchado todas las alegaciones: Halloween es un rito pagano que se remonta a algún festival pre-cristiano entre los druidas celtas que escaparon de la represión eclesiástica. Incluso hoy los modernos paganos y brujas continúan celebrando este antiguo festival. Si permites a tus chicos ir a tocar puertas y decir “golosinas o travesura”, estarán dando culto al diablo y a los dioses paganos.
Nada más lejos de la verdad. Los orígenes de Halloween son, de hecho, muy cristianos y más bien estadounidenses. Halloween cae el 31 de octubre debido a un papa, y sus prácticas son el resultado de la piedad católica medieval.
Es verdad que los antiguos celtas de Irlanda y Gran Bretaña celebraron un festival menor el 31 de octubre - tal como lo hacían durante el último día de la mayor parte de los otros meses del año. Sin embargo, Halloween cae en el último día de octubre debido a que la fiesta de todos los Santos, o "All Hallow", cae el 1 de noviembre. La fiesta en honor de Todos los Santos en el cielo solía celebrarse el 13 de mayo, pero el Papa Gregorio III (murió en 741) la trasladó al 1 de noviembre, el día de dedicación de la capilla de Todos los Santos de la basílica de San Pedro en Roma. Más tarde, en la década del 840, el Papa Gregorio IV ordenó que se celebre universalmente la fiesta de Todos los Santos. Y así es como el día festivo se difundió a Irlanda.
El día anterior era la vigilia vespertina de la fiesta, "All Hallows Even", o "Hallowe'en". En aquel tiempo Halloween no tenía ningún significado especial para cristianos o para paganos celtas muertos.
En 998, San Odilón, el abad del poderoso monasterio de Cluny al sur de Francia, añadió una celebración el 2 de noviembre. Este era un día de oración por las almas de todos los fieles difuntos. Esta fiesta, llamada día de todos los muertos, se extendió de Francia al resto de Europa.
De modo que ahora la Iglesia tenía fiestas para todos aquellos que están en el cielo y todos aquellos que están en el purgatorio. ¿Y qué de aquellos que están en el otro lugar? Parece que los campesinos católicos irlandeses se preguntaron acerca de las desafortunadas almas en el infierno. Después de todo, si las almas en el infierno están excluidas cuando celebramos a los que están en el cielo y en el purgatorio, podrían estar bastante descontentas para causar problemas. Así que llegó a ser costumbre golpear ollas y cacerolas en la víspera de Todos los Santos para hacer saber a los condenados que no estaban olvidados. Por lo tanto, al menos en Irlanda, todos los muertos llegaron a ser recordados - aun si el clero no fuera terriblemente comprensivo de Halloween y nunca permitiera un día de Todos los Condenados en el calendario eclesiástico.
Pero todavía no es nuestra celebración de Halloween. Nuestras tradiciones durante este día festivo se centran en disfrazarse con trajes fantasiosos, que no son para nada irlandeses. Más bien, esta costumbre surgió en Francia durante los siglos XIV y XV. La Europa de la baja edad media fue golpeada por brotes repetidos de peste bubónica - la Peste negra - y perdió aproximadamente la mitad de su población. No es sorprendente que los católicos llegaran a estar más preocupados por la vida después de la muerte.
Se dijeron más misas el día de todos los muertos, y se diseñaron representaciones artísticas para recordar a cada uno su propia mortalidad. Conocemos estas representaciones como la danse macabre, o "danza de la muerte", que fue comúnmente pintada en las paredes de cementerios y muestra al diablo que conduce una serie de personas - papas, reyes, damas, caballeros, monjes, campesinos, leprosos, etc. - hacia la tumba. A veces el baile fue presentado durante el mismo día de todos los muertos como una viva escena dramática con gente disfrazada con el atuendo de varios estados de la vida.
Pero los franceses se disfrazaban el día de todos los muertos, no en Halloween; y los irlandeses, quienes tenían Halloween, no se disfrazaban. ¿Cómo las dos celebraciones llegaron a mezclarse? Probablemente ocurrió primero en las colonias británicas de Norteamérica durante los años 1700, cuando los católicos irlandeses y franceses comenzaron a casarse entre ellos. El énfasis irlandés en el infierno dio un giro incluso más macabro al baile de disfraces francés.
Pero como sabe todo joven macabro, disfrazarse no es la cuestión; la cuestión es conseguir tantas golosinas como sea posible. ¿Cómo llegó lo de "golosina o travesura"?
"Golosina o travesura" es quizás la añadidura más rara y la más estadounidense a Halloween y es la contribución involuntaria de los católicos ingleses.
Durante el período penal de los años 1500 a los 1700 en Inglaterra, los católicos no tenían derechos legales. No podían tener cargos y estaban sujetos a multas, cárcel e impuestos gravosos. Era una ofensa capital decir la misa, y fueron martirizados cientos de sacerdotes.
De vez en cuando, los católicos ingleses resistieron, a veces tontamente. Una de los actos más tontos de resistencia fue un complot de matar al Rey protestante Jacobo I y su Parlamento con pólvora. Se supuso que esto provocaría un levantamiento católico contra los opresores. El mal concebido Complot de la Pólvora fue frustrado el 5 de noviembre de 1605, cuando el hombre que guardaba la pólvora, un converso imprudente llamado Guy Fawkes, fue capturado y detenido. Él fue ahorcado; el complot fracasó.
El 5 de noviembre, día de Guy Fawkes, llegó a ser una gran celebración en Inglaterra, y así permanece. Durante los períodos penales, grupos de fiesteros se pondrían máscaras y visitarían locales católicos en la noche de los muertos, exigiendo cerveza y pasteles para su celebración: ¡golosina o travesura!
El día de Guy Fawkes llegó a las colonias estadounidenses con los primeros pobladores ingleses. Pero por el tiempo de la Revolución estadounidense, el viejo Rey Jacobo y Guy Fawkes ya habían sido bastante olvidados. Sin embargo, golosina o travesura era demasiado divertido para abandonarla, así que con el tiempo se trasladó al 31 de octubre, el día del baile de disfraces irlandés-francés. Y en Estados Unidos, golosina o travesura no estaba limitado solo a los católicos.
La mezcla de varias tradiciones inmigrantes que conocemos como Halloween había llegado a ser un elemento integrante en los Estados Unidos a inicios de los años 1800. Hasta este día, permanece desconocida en Europa, incluso en los países desde los cuales se originaron algunas de las costumbres.
¿Pero y qué acerca de las brujas? Bien, ellas son una de las últimas añadiduras. La industria de tarjetas de felicitación las añadió a finales de los años 1800. Halloween ya era "macabra", así que ¿por qué no dar a las brujas un lugar en las tarjetas de felicitación? La tarjeta de Halloween falló (aunque se haya visto un resurgimiento reciente en popularidad), pero las brujas se quedaron.
Igualmente, a finales de los años 1800, folkloristas mal informados introdujeron la linterna de Jack. Ellos creían que Halloween era druida y pagano en su origen. Las lámparas hechas de nabos (no calabazas) habían sido parte de antiguos festivales celtas de cosecha, de modo que fueron transferidas a la celebración estadounidense de Halloween.
La próxima vez que alguien afirme que Halloween es una cruel broma para atraer a sus niños a la liturgia diabólica, sugiero que les cuentes el verdadero origen de la vigilia de Todos los Santos e invítalos a descubrir su significado cristiano, junto con las dos más grandes y más importantes festividades católicas que le siguen.
El padre Augustine Thompson, O.P., es profesor adjunto de estudios religiosos en la Universidad de Virginia.
Reimpreso de Catholic Parent Magazine, con permiso de Our Sunday Visitor. Copyright 2000. Todos los derechos reservados.
Nada más lejos de la verdad. Los orígenes de Halloween son, de hecho, muy cristianos y más bien estadounidenses. Halloween cae el 31 de octubre debido a un papa, y sus prácticas son el resultado de la piedad católica medieval.
Es verdad que los antiguos celtas de Irlanda y Gran Bretaña celebraron un festival menor el 31 de octubre - tal como lo hacían durante el último día de la mayor parte de los otros meses del año. Sin embargo, Halloween cae en el último día de octubre debido a que la fiesta de todos los Santos, o "All Hallow", cae el 1 de noviembre. La fiesta en honor de Todos los Santos en el cielo solía celebrarse el 13 de mayo, pero el Papa Gregorio III (murió en 741) la trasladó al 1 de noviembre, el día de dedicación de la capilla de Todos los Santos de la basílica de San Pedro en Roma. Más tarde, en la década del 840, el Papa Gregorio IV ordenó que se celebre universalmente la fiesta de Todos los Santos. Y así es como el día festivo se difundió a Irlanda.
El día anterior era la vigilia vespertina de la fiesta, "All Hallows Even", o "Hallowe'en". En aquel tiempo Halloween no tenía ningún significado especial para cristianos o para paganos celtas muertos.
En 998, San Odilón, el abad del poderoso monasterio de Cluny al sur de Francia, añadió una celebración el 2 de noviembre. Este era un día de oración por las almas de todos los fieles difuntos. Esta fiesta, llamada día de todos los muertos, se extendió de Francia al resto de Europa.
De modo que ahora la Iglesia tenía fiestas para todos aquellos que están en el cielo y todos aquellos que están en el purgatorio. ¿Y qué de aquellos que están en el otro lugar? Parece que los campesinos católicos irlandeses se preguntaron acerca de las desafortunadas almas en el infierno. Después de todo, si las almas en el infierno están excluidas cuando celebramos a los que están en el cielo y en el purgatorio, podrían estar bastante descontentas para causar problemas. Así que llegó a ser costumbre golpear ollas y cacerolas en la víspera de Todos los Santos para hacer saber a los condenados que no estaban olvidados. Por lo tanto, al menos en Irlanda, todos los muertos llegaron a ser recordados - aun si el clero no fuera terriblemente comprensivo de Halloween y nunca permitiera un día de Todos los Condenados en el calendario eclesiástico.
Pero todavía no es nuestra celebración de Halloween. Nuestras tradiciones durante este día festivo se centran en disfrazarse con trajes fantasiosos, que no son para nada irlandeses. Más bien, esta costumbre surgió en Francia durante los siglos XIV y XV. La Europa de la baja edad media fue golpeada por brotes repetidos de peste bubónica - la Peste negra - y perdió aproximadamente la mitad de su población. No es sorprendente que los católicos llegaran a estar más preocupados por la vida después de la muerte.
Se dijeron más misas el día de todos los muertos, y se diseñaron representaciones artísticas para recordar a cada uno su propia mortalidad. Conocemos estas representaciones como la danse macabre, o "danza de la muerte", que fue comúnmente pintada en las paredes de cementerios y muestra al diablo que conduce una serie de personas - papas, reyes, damas, caballeros, monjes, campesinos, leprosos, etc. - hacia la tumba. A veces el baile fue presentado durante el mismo día de todos los muertos como una viva escena dramática con gente disfrazada con el atuendo de varios estados de la vida.
Pero los franceses se disfrazaban el día de todos los muertos, no en Halloween; y los irlandeses, quienes tenían Halloween, no se disfrazaban. ¿Cómo las dos celebraciones llegaron a mezclarse? Probablemente ocurrió primero en las colonias británicas de Norteamérica durante los años 1700, cuando los católicos irlandeses y franceses comenzaron a casarse entre ellos. El énfasis irlandés en el infierno dio un giro incluso más macabro al baile de disfraces francés.
Pero como sabe todo joven macabro, disfrazarse no es la cuestión; la cuestión es conseguir tantas golosinas como sea posible. ¿Cómo llegó lo de "golosina o travesura"?
"Golosina o travesura" es quizás la añadidura más rara y la más estadounidense a Halloween y es la contribución involuntaria de los católicos ingleses.
Durante el período penal de los años 1500 a los 1700 en Inglaterra, los católicos no tenían derechos legales. No podían tener cargos y estaban sujetos a multas, cárcel e impuestos gravosos. Era una ofensa capital decir la misa, y fueron martirizados cientos de sacerdotes.
De vez en cuando, los católicos ingleses resistieron, a veces tontamente. Una de los actos más tontos de resistencia fue un complot de matar al Rey protestante Jacobo I y su Parlamento con pólvora. Se supuso que esto provocaría un levantamiento católico contra los opresores. El mal concebido Complot de la Pólvora fue frustrado el 5 de noviembre de 1605, cuando el hombre que guardaba la pólvora, un converso imprudente llamado Guy Fawkes, fue capturado y detenido. Él fue ahorcado; el complot fracasó.
El 5 de noviembre, día de Guy Fawkes, llegó a ser una gran celebración en Inglaterra, y así permanece. Durante los períodos penales, grupos de fiesteros se pondrían máscaras y visitarían locales católicos en la noche de los muertos, exigiendo cerveza y pasteles para su celebración: ¡golosina o travesura!
El día de Guy Fawkes llegó a las colonias estadounidenses con los primeros pobladores ingleses. Pero por el tiempo de la Revolución estadounidense, el viejo Rey Jacobo y Guy Fawkes ya habían sido bastante olvidados. Sin embargo, golosina o travesura era demasiado divertido para abandonarla, así que con el tiempo se trasladó al 31 de octubre, el día del baile de disfraces irlandés-francés. Y en Estados Unidos, golosina o travesura no estaba limitado solo a los católicos.
La mezcla de varias tradiciones inmigrantes que conocemos como Halloween había llegado a ser un elemento integrante en los Estados Unidos a inicios de los años 1800. Hasta este día, permanece desconocida en Europa, incluso en los países desde los cuales se originaron algunas de las costumbres.
¿Pero y qué acerca de las brujas? Bien, ellas son una de las últimas añadiduras. La industria de tarjetas de felicitación las añadió a finales de los años 1800. Halloween ya era "macabra", así que ¿por qué no dar a las brujas un lugar en las tarjetas de felicitación? La tarjeta de Halloween falló (aunque se haya visto un resurgimiento reciente en popularidad), pero las brujas se quedaron.
Igualmente, a finales de los años 1800, folkloristas mal informados introdujeron la linterna de Jack. Ellos creían que Halloween era druida y pagano en su origen. Las lámparas hechas de nabos (no calabazas) habían sido parte de antiguos festivales celtas de cosecha, de modo que fueron transferidas a la celebración estadounidense de Halloween.
La próxima vez que alguien afirme que Halloween es una cruel broma para atraer a sus niños a la liturgia diabólica, sugiero que les cuentes el verdadero origen de la vigilia de Todos los Santos e invítalos a descubrir su significado cristiano, junto con las dos más grandes y más importantes festividades católicas que le siguen.
El padre Augustine Thompson, O.P., es profesor adjunto de estudios religiosos en la Universidad de Virginia.
Reimpreso de Catholic Parent Magazine, con permiso de Our Sunday Visitor. Copyright 2000. Todos los derechos reservados.
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