Inicio con esta entrada la traducción de las entradas del blog The Smithy, "un blog dedicado a la vida, momentos, y pensamiento del Doctor sutil, el venerable Juan Duns Escoto". Su autor, Lee Faber, vive en Indiana, Estados Unidos, y tiene un master en estudios medievales.
La siguiente entrada traducida comenta sobre la presentación de Escoto hecha por un reconocido historiador, Norman Cantor. Un comentario de su excelente libro puede leerse en Amazon. Pero él, como otros muchos, presentan de un modo tan general y simplista el pensamiento de Escoto, transmitiendo una imagen distorsionada. Comparto su opinión, ya que muchas veces se repite que Escoto era voluntarista y se oponía Tomás, el racionalista; y otras tantas cosas. Espero que les sirva de provecho la lectura y disculpen los errores de traducción.
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Después de dos años de trabajar en pensar y pensar, estoy feliz de informar que ahora tengo un grado MMS (master of medieval studies, master de estudios medievales). Varios parientes y amigos aparecieron en la ceremonia, que fue realizada en latín. Mi madre me trajo mi copia del libro de Norman Cantor, "la Civilización de la Edad Media", que tenía algunos breves comentarios respecto a la figura al cual está dedicado este sitio [N. del T.: este blog está dedicado a Escoto]. Parece que no tenía ninguna hacha para afilar, pero hay algunos errores bastante notables.
Y siendo famoso en el campo de la historia (aunque he oído de egresados de historia que él no es del todo actualizado) él no siente la necesidad de dar notas a pie de página o referencias a algo que él dice. Lo más cercano que llega es su lista en la contraportada de lectura necesaria para los estudios medievales donde menciona la Historia de la Filosofía de Gilson y un libro por Knowles o Luscombe, ninguno de los cuales he leido (aunque yo tenga noticias de "Lord Denethor" [N. del T.: personaje del Señor de los anillos, debe ser el pseudónimo o apodo de un amigo] que no son muy actualizados). Escribiré algunos de los puntos pertinentes y daré breves comentarios.
p. 532: "el filósofo de Oxford Duns Escoto (1266-1308) acentuó la incapacidad de conocer a Dios y la inaccesibilidad de su naturaleza. El conocimiento humano del mundo natural podría venir de la percepción sensorial, pero no su conocimiento de la voluntad divina o su propia voluntad para hacer el bien. Escoto así trató de reconciliar la visión aristotélica del conocimiento derivado de la percepción sensorial con la concepción cristiana ortodoxa de una deidad libre e ilimitada."
Esto es muy interesante y un poco desfigurado. Cantor parece que nunca ha oído la doctrina de la univocidad del ser y los conceptos trascendentales de Escoto. En la sección previa a esta, Cantor ha estado detallando la visión de Tomás. Pero parecería que la univocidad acentúa la cognoscibilidad de Dios, y en efecto todas las primeras preguntas de I d. 3 son todos acerca de la cognoscibilidad de Dios. Escoto, de hecho, hace precisamente lo opuesto, tratando de detallar un conocimiento natural de Dios en el estado itinerante [N. del T.: Escoto habla de nuestro estado como viatores, es decir, nuestro conocimiento que tenemos en nuestra condición actual, distinta a la que tengamos en el cielo] que resulta ser mucho más optimista que la analogía tomista (en tanto que tales términos como "optimista" son útiles en estos contextos; que Cantor no me culpe). Escoto realmente cree que hay un concepto unívoco entre Dios y la criatura, y uno de los argumentos que él da se basa en las ideas aristotélicas del conocimiento de los sentidos. Todo a lo que tenemos acceso, excluyendo la revelación sobrenatural, son los contenidos de fantasmas [N. del T.: en gnoseología, fantasmas son las representaciones de los objetos particulares. Más información en fe y razón y en sabuco]. Ningún concepto analógico puede ser derivado de esto, ya que en la visión analógica el ser se dice per prius de Dios y per posterius de las criaturas. Pero no tenemos acceso cognoscitivo al ser de Dios, sólo al nuestro propio. Entonces todo lo que conocemos es este ser secundario que proviene de otra razón a partir de la razón del ser de Dios. Debido a este hecho Escoto dice que necesitamos un concepto unívoco para sostener nuestros conceptos analógicos.
Cantor también está combinando dos ideas, la de la cognoscibilidad de Dios con respecto a su naturaleza o ser, y la del conocimiento de sus actos de voluntad. Esto último parece ser el usual argumento tomista contra el voluntarismo, que si la voluntad de Dios es considerada primaria o superior al intelecto, entonces su voluntad no está ligada por ningún canon de racionalidad y por lo tanto es caprichosa y completamente inescrutable. Lo cual es evidentemente necio dada la distinción de Escoto entre voluntad y naturaleza, y el hecho de que en cualquier caso, la voluntad y la intelecto actúan como con-(aunque no igual) causas de actos volitivos (no haciendo caso por el momento de la cuestión de si Escoto finalmente adoptó la causalidad sine qua non de Enrique de Gante cuando él fue a París).
Y en cualquier caso, nadie en la edad media habría pensado que el conocimiento de uno mismo o la capacidad divina para desear el bien podría ser tenido a partir de la percepción sensorial. Eso es simplemente tonto.
Aquí hay algo más: "Duns Escoto fue el mayor lógico medieval... Él comenzó con una investigación sumamente penetrante del poder del intelecto humano para abstraer a partir de datos sensoriales y llegó a una conclusión que contradice el optimismo tomista, el cual creyó posible aumentar un conocimiento racional de Dios en un fundamento epistemológico de la experiencia sensorial. Escoto concluyó que la mente humana no puede penetrar en el ser de Dios a través del raciocinio. Dios es infinito, pero la razón humana es finita. Dios es absolutamente omnipotente y libre de seguir su propia voluntad; la mente humana no puede calcular una secuencia de causalidad para ser capaz de conocer racionalmente el ser interior de Dios. Escoto no trataba de minar la fe sino de realzar su importancia exclusiva; él trataba de hacer la revelación la única fuente del conocimiento del ser divino. Él pensó que él había protegido la majestad de Dios y la libertad de la voluntad del efecto restrictivo del determinismo tomista."
Otra vez, una mezcla curiosa de realidad y ficción. Mucho aquí depende de lo que Cantor quiere decir con "el ser interior de Dios"; ¿Dios como Trinidad? Parece que Cantor no sabe la diferencia entre teología natural/metafísica, y la clase de conocimiento que es probable producir y la teología, que proviene de la revelación. El cuadro pintado aquí tiene más en común con representaciones RO [N. del NT.: no entiendo qué significa RO] de Escoto, o incluso con el entero proyecto postmoderno de denigrar la metafísica y la teología natural y afirmar que el único conocimiento de Dios posible es el derivado de la revelación.
Hay algunas verdades aquí; creo que Escoto sostuvo que el atributo de omnipotencia no puede ser demostrado por la razón natural. Y Escoto trata de proteger la voluntad desde el determinismo tomista.
Pero Escoto también escribió la prueba más larga de la existencia de Dios en la edad media; seguramente esto (y la univocidad) debería calificarlo como un teólogo optimista, que piensa que algunas cosas sobre Dios pueden ser conocidas y sacadas desde fantasmas sensoriales. Tales son mis pensamientos por el momento.
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La siguiente entrada traducida comenta sobre la presentación de Escoto hecha por un reconocido historiador, Norman Cantor. Un comentario de su excelente libro puede leerse en Amazon. Pero él, como otros muchos, presentan de un modo tan general y simplista el pensamiento de Escoto, transmitiendo una imagen distorsionada. Comparto su opinión, ya que muchas veces se repite que Escoto era voluntarista y se oponía Tomás, el racionalista; y otras tantas cosas. Espero que les sirva de provecho la lectura y disculpen los errores de traducción.
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Después de dos años de trabajar en pensar y pensar, estoy feliz de informar que ahora tengo un grado MMS (master of medieval studies, master de estudios medievales). Varios parientes y amigos aparecieron en la ceremonia, que fue realizada en latín. Mi madre me trajo mi copia del libro de Norman Cantor, "la Civilización de la Edad Media", que tenía algunos breves comentarios respecto a la figura al cual está dedicado este sitio [N. del T.: este blog está dedicado a Escoto]. Parece que no tenía ninguna hacha para afilar, pero hay algunos errores bastante notables.
Y siendo famoso en el campo de la historia (aunque he oído de egresados de historia que él no es del todo actualizado) él no siente la necesidad de dar notas a pie de página o referencias a algo que él dice. Lo más cercano que llega es su lista en la contraportada de lectura necesaria para los estudios medievales donde menciona la Historia de la Filosofía de Gilson y un libro por Knowles o Luscombe, ninguno de los cuales he leido (aunque yo tenga noticias de "Lord Denethor" [N. del T.: personaje del Señor de los anillos, debe ser el pseudónimo o apodo de un amigo] que no son muy actualizados). Escribiré algunos de los puntos pertinentes y daré breves comentarios.
p. 532: "el filósofo de Oxford Duns Escoto (1266-1308) acentuó la incapacidad de conocer a Dios y la inaccesibilidad de su naturaleza. El conocimiento humano del mundo natural podría venir de la percepción sensorial, pero no su conocimiento de la voluntad divina o su propia voluntad para hacer el bien. Escoto así trató de reconciliar la visión aristotélica del conocimiento derivado de la percepción sensorial con la concepción cristiana ortodoxa de una deidad libre e ilimitada."
Esto es muy interesante y un poco desfigurado. Cantor parece que nunca ha oído la doctrina de la univocidad del ser y los conceptos trascendentales de Escoto. En la sección previa a esta, Cantor ha estado detallando la visión de Tomás. Pero parecería que la univocidad acentúa la cognoscibilidad de Dios, y en efecto todas las primeras preguntas de I d. 3 son todos acerca de la cognoscibilidad de Dios. Escoto, de hecho, hace precisamente lo opuesto, tratando de detallar un conocimiento natural de Dios en el estado itinerante [N. del T.: Escoto habla de nuestro estado como viatores, es decir, nuestro conocimiento que tenemos en nuestra condición actual, distinta a la que tengamos en el cielo] que resulta ser mucho más optimista que la analogía tomista (en tanto que tales términos como "optimista" son útiles en estos contextos; que Cantor no me culpe). Escoto realmente cree que hay un concepto unívoco entre Dios y la criatura, y uno de los argumentos que él da se basa en las ideas aristotélicas del conocimiento de los sentidos. Todo a lo que tenemos acceso, excluyendo la revelación sobrenatural, son los contenidos de fantasmas [N. del T.: en gnoseología, fantasmas son las representaciones de los objetos particulares. Más información en fe y razón y en sabuco]. Ningún concepto analógico puede ser derivado de esto, ya que en la visión analógica el ser se dice per prius de Dios y per posterius de las criaturas. Pero no tenemos acceso cognoscitivo al ser de Dios, sólo al nuestro propio. Entonces todo lo que conocemos es este ser secundario que proviene de otra razón a partir de la razón del ser de Dios. Debido a este hecho Escoto dice que necesitamos un concepto unívoco para sostener nuestros conceptos analógicos.
Cantor también está combinando dos ideas, la de la cognoscibilidad de Dios con respecto a su naturaleza o ser, y la del conocimiento de sus actos de voluntad. Esto último parece ser el usual argumento tomista contra el voluntarismo, que si la voluntad de Dios es considerada primaria o superior al intelecto, entonces su voluntad no está ligada por ningún canon de racionalidad y por lo tanto es caprichosa y completamente inescrutable. Lo cual es evidentemente necio dada la distinción de Escoto entre voluntad y naturaleza, y el hecho de que en cualquier caso, la voluntad y la intelecto actúan como con-(aunque no igual) causas de actos volitivos (no haciendo caso por el momento de la cuestión de si Escoto finalmente adoptó la causalidad sine qua non de Enrique de Gante cuando él fue a París).
Y en cualquier caso, nadie en la edad media habría pensado que el conocimiento de uno mismo o la capacidad divina para desear el bien podría ser tenido a partir de la percepción sensorial. Eso es simplemente tonto.
Aquí hay algo más: "Duns Escoto fue el mayor lógico medieval... Él comenzó con una investigación sumamente penetrante del poder del intelecto humano para abstraer a partir de datos sensoriales y llegó a una conclusión que contradice el optimismo tomista, el cual creyó posible aumentar un conocimiento racional de Dios en un fundamento epistemológico de la experiencia sensorial. Escoto concluyó que la mente humana no puede penetrar en el ser de Dios a través del raciocinio. Dios es infinito, pero la razón humana es finita. Dios es absolutamente omnipotente y libre de seguir su propia voluntad; la mente humana no puede calcular una secuencia de causalidad para ser capaz de conocer racionalmente el ser interior de Dios. Escoto no trataba de minar la fe sino de realzar su importancia exclusiva; él trataba de hacer la revelación la única fuente del conocimiento del ser divino. Él pensó que él había protegido la majestad de Dios y la libertad de la voluntad del efecto restrictivo del determinismo tomista."
Otra vez, una mezcla curiosa de realidad y ficción. Mucho aquí depende de lo que Cantor quiere decir con "el ser interior de Dios"; ¿Dios como Trinidad? Parece que Cantor no sabe la diferencia entre teología natural/metafísica, y la clase de conocimiento que es probable producir y la teología, que proviene de la revelación. El cuadro pintado aquí tiene más en común con representaciones RO [N. del NT.: no entiendo qué significa RO] de Escoto, o incluso con el entero proyecto postmoderno de denigrar la metafísica y la teología natural y afirmar que el único conocimiento de Dios posible es el derivado de la revelación.
Hay algunas verdades aquí; creo que Escoto sostuvo que el atributo de omnipotencia no puede ser demostrado por la razón natural. Y Escoto trata de proteger la voluntad desde el determinismo tomista.
Pero Escoto también escribió la prueba más larga de la existencia de Dios en la edad media; seguramente esto (y la univocidad) debería calificarlo como un teólogo optimista, que piensa que algunas cosas sobre Dios pueden ser conocidas y sacadas desde fantasmas sensoriales. Tales son mis pensamientos por el momento.
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Muy bien, profesor Lee Faber
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